La piedra de ónix tiene un poder purificador. Utilizado en la meditación, armoniza el cuerpo y el espíritu y ayuda al portador a calmarse y a encontrar la información que busca. El ónix ayuda a calmar el espíritu para que su poseedor no se ahogue en un flujo incesante de pensamientos. Promueve la concentración para mantener la conciencia en el momento presente. Su increíble poder de purificación permite acompañar un trabajo sobre las vidas anteriores y así sentirse mudo con uno mismo, en su cuerpo. La piedra de ónix también se utiliza para ganar confianza y dar la bienvenida a los pensamientos positivos. Ayudará a su portador a sentirse fuerte ante los demás y a no tener miedo de ir hacia los demás.
En litoterapia, se dice que el ónix es beneficioso contra la depresión si se usa con moderación. Por otro lado, llevarlo constantemente podría tener el efecto contrario y provocar tristeza (como se pensaba en China). El ónix negro es conocido por su capacidad para repeler a los espíritus malignos. Muchos médiums utilizan esta piedra para librarse de los espíritus que les invaden contra su voluntad. Por último, la piedra de ónix puede ser útil para los hipocondríacos porque les ayudará a controlar mejor sus emociones. Pero también a las personas en busca de la verdad, de la que alejará las preocupaciones y las malas energías gracias a su fuerte vínculo con el chakra de la raíz que ancla en la realidad y la hace más sólida.